Oct 16, 2008

 

Siete Novelas (V entrega)

John Fante


Por Dario Basavilbaso



En medio del entusiasmo que produjo en Charles Bukowski la obra de John Fante, el escritor condicionó a su editorial Black Sparrow Press a publicar parte de la obra inédita del autor italo-americano. Entre estas novelas editadas bajo el mismo sello que Bukowski, podemos encontrar Camino a los Ángeles, Sueños de Bunker Hill, Un año pésimo y Al oeste de Roma.


Un año pésimo es quizá la novela menos ambiciosa de Fante, incluso cae en sospecha de haber sido manipulada en su versión original, pues el manuscrito estaba incompleto cuando su viuda lo puso a disposición de la editorial. La novela gira en torno a un personaje que bien podría ser el mismo Arturo Bandini en sus años adolescentes sólo que en esta novela se llama Dominic Molise y su principal virtud es su brazo izquierdo de beisbolista. En esta novela destacan como en Camino a los Ángeles la búsqueda de la vocación que no es literaria sino deportiva.

El factor de las relaciones familiares como en casi todas sus obras es de capital importancia; es en esta novela donde la influencia del padre tiene una vigencia primordial, como hemos visto en las otras novelas la relación que existe entre padre e hijo es de continuo rechazo y descrédito, en esta novela no se aleja de ese criterio sin embargo existe un dialogo clave que sustenta de manera definitiva el amor filial entre ambos personajes.

La novela no aporta ninguna novedad, es una débil variación sobre los temas que anteriormente ha manejado con maestría. Algunos chispazos de ingenio da unidad a la obra, los personajes no son al parecer tan trabajados, la importancia de la narración radica en la permanente búsqueda del destino, como en Camino a los Ángeles, el protagonista también fantasea con un porvenir virtuoso mientras trata de tener una comunicación irreverente con sus figuras religiosas. La novela es un resumen de la obra de Fante hasta ese momento. Bien se puede acercar el nuevo lector a esta novela de manera independiente al resto de obra, en ella encontrara todos los elementos distintivos de la obra de Fante, un poco por debajo de su capacidad.

La novela responde a una necesidad editorial; Fante goza del reconocimiento que siempre buscó, sin embargo este fue en los últimos años de su vida y llegó con más fuerza cuando el ya no pudo estar allí. Una novela de culto es de alguna manera una obra imperfecta y poco sustancial que goza de un solo atributo ser de quien es. Un año pésimo debe considerarse así.



Éramos una casa de soñadores. La abuela soñaba con su hogar en los remotos abruzos. Mi padre soñaba con liberarse de las deudas y levantar tabiques junto a su hijo. Mi madre soñaba con que el cielo la premiara con un marido cariñoso que no saliera huyendo. Mi hermana Clara soñaba con ser monja y mi hermano Frederick ardía de impaciencia por hacerse mayor y ser vaquero. Si cerraba los ojos, oía el zumbido de los sueños de la casa, y entonces me dormí.

El dolor y la tristeza suavizaron sus facciones.

Me puso la mano en el hombro, sin atreverse a decir lo que pensaba. Pero yo sabía que era.

-dilo. Pinsas que no soy lo bastante bueno.

-eres bueno chico –dijo con dulzura- pero no lo bastante duro. ¿Sabes de que estoy hablando? Esos hombres son de hierro. Son duros, están curtidos. Te machacaran en el campo. Te matarán. Te partirán el corazón.

Estábamos en una calle muerta, en plena noche, en medio de una nevada tan densa que apenas nos veíamos. Y me estaba diciendo que era un flojo, mi propio padre, y me deprimió darme cuenta de que me juzgaba poniéndose el mismo como modelo. Él era un gran albañil y un fracasado.; yo era un gran beisbolista y también fracasaría. De tal palo tal astilla. Con una diferencia: él era de Torricella Peligna, un extranjero, y yo no.


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