Aug 9, 2006

 
J.M. Coetzee
Hombre lento
Mondadori, México, 2006


Por Miriam Badillo


El otro día alguien me dijo en una conversación telefónica que no había que leer tanto, que había que salir y vivir la vida. Quien me lo dijo es la clase de persona que ve al libro como una cosa muerta, letra muerta, vehículo de aprendizaje escolar o algo por el estilo. No me extrañaría nada que lo mismo pensara sobre la historia, en su investigación como cosa de necios. Para mí los libros chorrean vida y por lo demás no soy tan libresca y más aún: la lectura es un acto vital, forma parte de la vida, es también la vida. Además cuando a uno le gusta escribir la lectura es una deliciosa obligación, buscamos en ella nuestro propio lenguaje, el encuentro con nuestras palabras, pero creo (ahora me salta la idea) que eso hay que buscarlo paralelamente en la calle, con la gente. Al final la persona con la que hablaba tiene razón, parte de ella. Sucede que es alguien con una fuerte convicción de militancia partidista (no quiero decir política porque eso es mucho más vasto) de modo que dedica tiempo y esfuerzo en ello, es su vocación. La mía en todo caso son las letras y ello demanda también tiempo y esfuerzo y eso significa horas de libresca soledad. Supongo que así es como funcionan las cosas, no lo sé.
En fin que terminé de leer esta mañana una novela de J.M. Coetzee, Hombre lento. Es un autor que me gusta mucho. A grandes rasgos su novela habla sobre un solitario hombre (ex fotógrafo), ya viejo, que pierde una pierna en un accidente de bicicleta y termina por enamorarse de su enfermera croata, más joven que él, casada y con tres hijos.Todo sucede en Australia.
Parece que a Coetzee le obsesionan los personajes que han sido destrozados en su cuerpo y en su alma y de algún modo se transforman en seres extraños en este mundo, ajenos, casi místicos. La vida se vuelve extravagante, diferente, barnizada de monstruosidad, la mutilación es eso. Por lo demás es un torbellino de cuestionamientos, un enredo de pasiones, amores, angustias, el misterio que son los otros y una vida que debe ser del modo como esta establecido y no de otra manera. El amor del anciano mutilado es del todo imposible, así es como tiene que ser ¿o no?
Coetzee entrelaza además sus obsesiones literarias, el vínculo entre un autor y sus personajes, la verdad o la mentira de ellos, ¿qué es una ficción? ¿Una mentira? No lo creo, es la vida y punto, la vida escrita en las páginas de un libro o presente en la tridimensionalidad olfativa y visual de esto que sucede aquí afuera y que llamamos realidad, ¿Cuál es la diferencia?

Aquí unas breves citas:

“La cámara con su poder de absorber luz y convertirla en sustancia, siempre le ha parecido un artefacto más metafísico que mecánico. Su primer trabajo de verdad fue como técnico de cuarto oscuro; y su mayor placer siempre lo obtuvo trabajando en el cuarto oscuro. Cuando la imagen fantasmal aparecía bajo la superficie del líquido, cuando las vetas de oscuridad del papel empezaban a entretejerse y hacerse visibles, él experimentaba a veces un pequeño temblor de éxtasis, como si estuviera presente en el día de la Creación” p. 67

“-A casa… ¿Qué quiere decir eso? Ya le he dicho lo que pienso del hogar. Una paloma tiene hogar, una abeja tiene hogar. Un inglés tiene hogar, tal vez. Yo tengo domicilio, residencia. Esta es mi residencia. Este apartamento. Esta ciudad. Este país. El hogar es algo demasiado místico para mí (…)
- Puedo pasar por australiano. No puedo pasar por francés. Por lo que a mí respecta, ahí se termina todo ese asunto de la identidad nacional: dónde uno pasa desapercibido y dónde no; donde, por el contrario destaca. Como un pulgar dolorido, como dicen los ingleses; o como una mancha, como dicen los franceses, una mancha en la inmaculada ropa blanca de casa.”p. 194

“…. Y aprendí una lección de ello: que el amor no necesita ser recíproco, siempre y cuando haya suficiente amor en la habitación. Aquella chica tenía amor para los dos. Usted es la escritora, la experta del corazón, pero ¿sabía usted eso? Si se ama con la bastante intensidad, no es necesario ser correspondido…” p. 197

“- Claro que es verdad. Pero ¿qué importa que sea verdad? Seguramente no me corresponde a mí jugar a ser Dios, separar las ovejas de las cabras, desechar las historias falsas y preservar las verdaderas. Si tengo algún modelo no es Dios, sino el abad de Citeaux, el célebre francés que les dijo a los soldados en su arenga pastoral: matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos.
No Paul, no me importa lo más mínimo si me cuenta usted historias inventadas. Nuestras mentiras revelan tanto de nosotros como nuestras verdades.” p. 199

Comments:
O sea!
Qué no estabas leyendo:
Moby Dick; "Por lo pronto me encuentro leyendo Moby Dick de Melville, ya les contaré ?".

En fin.
 
"El otro día alguien me dijo en una conversación telefónica que no había que leer tanto, que había que salir y vivir la vida.".

Me recordó a un dialogo que tiene lugar dentro de la película "Mente Indomable"
 
Efectivamente estoy leyendo Moby Dick, pero soy un caos total y me doy mis licencias, es decir, soy una licenciosa de lo peor y no lo niego!!!, compré el libro pensando en leerlo después, abrí la primera página, lei una líneas y no pude detenerme hasta que lo terminé. Gracias por tu visita.
 
No he visto mente indomable, seguro lo haré uno de estos días, gracias por entrar.
 
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